Ahora, con otra nueva adquisición cutánea, más barba y algo más tranquilo para desarrollar un tema digo lo siguiente.
No sé si ustedes creen en las vidas pasadas o en las que vendrán, esos temas de reencarnaciones, almas gemelas que se buscarán en la siguiente vida, en los karmas, entre otros. Pues bueno, yo sí creo.
Es así que quizás fuimos un pájaro, quizás una planta de masetero que en otra vida fue un roble o que fuimos burgueses o guerreros romanos, espartanos o de cuánta batalla se desarrolló, incluso está la posibilidad de que fuéramos de otro sexo al que somos hoy.
Por eso siempre me ha interesado el cómo y en qué medida se trata el tema de los animales, y en especial el de los perros callejeros; más en estos días en que mucho también deben luchar contra el frío y las barbaridades del hombre.
Arrancando para no caer en problemas y donde lo único que buscan es cariño de un ser más elevado que ellos que los acoja y los cuide. Quizás a alguno de nosotros no nos tocó ser el “callejero” y fuimos un perro de casa, querido, bien alimentado y cuidado hasta el último día. Por casualidad o no, cada vez que veo a un “animal” hacer daño a un perro, siempre he sabido y comprobado que ese acto lo condenó en su vida, que acá o en lo que venga para sus vidas, ese acto será facturado en algún momento.
También sé que hay mucha gente que adora y cuida a los protagonistas de hoy, por lo que todo mal no está, pero siempre se puede mejorar, ¿no creen?
Para terminar, no quiero olvidar a todos los que de alguna forma me hicieron llegar sus cariños y fuerzas desde el viernes. Fue rico verlos, hablarlos y leerlos, ya que por unos minutos me hicieron pensar que nada había pasado. Gracias.
Cd - Corinne Bailey Rae (buen regalo)
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