Tengo una oferta que no podrás rechazar

Por: Feña

The Departed es la nueva película de mafia que Scorsese nos presenta, la película definitivamente tiene un increíble elenco y un muy buen soundtrack, pero quizás Martin está demasiado sobrevalorado y su film no es lo que esperaba.

Debo admitir que esta vez me sentí un poco engañada por Martin ya que este film con gran publicidad, increíble elenco y muy posible ganador de algún Oscar es realmente un remake o basada (como les plazca llamarlo) en una película del 2002 made in Hong Kong llamada Infernals Affairs.

Nunca he estado de acuerdo a los remakes, los orientales siempre me han caído mejor que los gringos y siempre sus versiones originales son mejores.
El aro, el grito, la llamada, puras mierdas , lo siento amantes del terror gringo, pero siempre prefiera el original.
He visto la originales y los remakes, solo puedo decir que los orientales si que saben del miedo y los gringos si que saben hacerme reír.

Pero para no desviarme del tema “The Departed” es una película recomendable para pasar un buen rato y ver grandes actuaciones de Jack Nicholson y Leonardo Di Caprio y me atrevo a decir que es una de las mejorsitas de mafia que ha salido en los ultimos tiempos.

Prefiero al Scorsese de GoodFellas, pero si realmente quieren andar a lo Tony Soprano y decir fuck más veces que SouthPark, para conocer la mafia hay títulos imperdibles como “The Godfather”, “State of Grace”, “GoodFellas” y “Reservoir Dogs”.

Martin nunca ha sido mi preferido, creo que Francis le da unas cuantas patadas y aunque “The Departed” es uno de los mejores films de Scorsese jamás se comparará con la trilogía de los Corleone, ya que ellos tienen una oferta que no podrás rechazar...

ES EL FINAL DEL MUNDO COMO LO CONOCEMOS…
Por: DUL

Una gran canción de REM lo dice. “It’s the end of the World as we know it”. Porque Chile está de cabeza. Entre casos de corrupción y “la mano negra” que sacó a Kenita de la Teletón, no se que es peor.

Pero si creo que hay algo más importante aún… Una niña de 13 años se suicido. ¿Por qué? Porque un grupo de niñitas del curso del lado llamadas “la pandilla” la molestaban. Y es aquí cuando nos ponemos a pensar que está mal: ¿la educación? ¿La juventud? ¿La familia? ¿o es un todo?.

La tasa de suicidio juvenil ha crecido en los últimos años en nuestro país, así también las presiones que reciben los escolares, ya sea de sus padres o de sus pares: para ser mejores, para tener más “estilo” o ser más “bakanes”.

El problema viene de la sociedad: de la forma en que se muestra el mundo: “ser hermoso es ser mejor”. La misma niña que soñaba con ser modelo o miss 17, se ahorco con las sábanas que arropaban sus sueños, en la pieza donde se imaginaba su futuro y todo se acabó para ella. ¡Ni hablar de la familia! Destrozada porque Pamela decidió quitarse la vida a causa de las constantes burlas de sus compañeras.

La Presidenta Michele Bachelet dice "que hay cosas que como comunidad no estamos haciendo bien y que como familia no estamos haciendo bien". Claro está, hay cosas que no se están haciendo bien, incluso en su gobierno hay cosas cuestionables y es hora de preocuparse más por la gente y la forma en que están viviendo, que por el Senador Flores y su pseudos renuncia al PPD.

Me parece extraña la forma en que se comportan los adolescentes, cuando yo iba en el colegio, no recuerdo las “pandillas” ni las burlas excesivas a nuestros compañeros, quizás éramos inocentes y hoy la vorágine del mundo se comió a los escolares. Quizás la envidia
se instalo fuerte entre las niñas o quizás sólo es maldad.

Porque espero que este no sea el final del mundo que conocemos y creo que las cosas se pueden hacer bien, hago un llamado a los padres a preocuparse realmente de sus hijos, a hablar con ellos, a saber que es lo que sienten realmente; es la única forma de arreglar el mundo. De adentro hacia fuera.

¡Y recuerden! Wákatela! tiene Fotolog! Para seguir VOMITANDO!

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Consumir o morir en el intento

F

Arrepiéntete me dijo. Yo sólo atiné a reír. Quizás para evitar problemas era más fácil pedir perdón y dejar pasar semejante error, que desde mi punto de vista era una catástrofe humana hacia un hijo, catapultada quizás por el querer aparentar algo que no es, por tener cierto "nivel social", por materialista o por alguna razón.

Todo comenzó cuando me dijo que no tenía cómo pagarse la universidad. Que este otro año lo más seguro es que tuviera que trabajar y estudiar de noche para poder optar a un crédito, pero nada seguro.
Ahí le pregunté por su vieja, si ella lo podía ayudar con eso. Me dijo que no. Que ella le respondió con un "arréglatelas tú". Ahí mi duda: quizás la vieja no tiene plata y a eso no hay mucho que hacer. Pero a los minutos supe, cuando lo fuimos a dejar a su casa, que su hogar lo compró hace un mes y que le costó 120 palos.

¿Qué onda, me compro un Ferrari, lleno mi closet de Calvin Klein y me compro un depto de 50 millones, dejando a mi hijo sin poder estudiar?

Se supone que los padres son los más incondicionales y que siempre te van a ayudar desde su lugar, pero acá no veo ninguna solución ni apoyo. Según sus más cercanos afirman que la vieja ni lo pesca y que se la pasa en eventos sociales y viajando.

Por eso cuando la conocí y me contó de su gran problema con su hijo, el cual se supone es un "mal hijo" no me quedó otra que largar una carcajada.
Un mal hijo no nace siendo tal, se crea y se desarrolla por los actos de algunos, por determinadas acciones que fortalecen y favorecen que el fin llegue a buen puerto.

Para algunos la educación es lo único que les pueden dejar a sus hijos cuando ellos, como padres, se dirigen a visitar las puertas del cielo, se supone. Pero para otros es más importante tener cosas materiales, las cuales terminan apropiándose del sujeto.

La deshumanización llegó, y hace rato.

Joe Vasconcellos – La Funa

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LA MAGIA ESTÁ EN CREER

Por: HL

Que dicen que la plata de la Teletón se divide en dos (o tres): el 85% de lo recaudado va, efectivamente, a los fondos de la institución; en tanto, el otro 15% es entregado, en un 5% a Mario Kreutzberger, por derechos de imagen (y-ese-qué-sé-yo-que-yo-no-sé), y el otro 10 restante se reparte entre los rostros que "dieron vida" a las 27 horas de amor.

Que dicen también que la Teletón durante años ha sido discriminadora, y son muchas las familias que se han quejado de no recibir ayuda alguna de ésta.

Que dicen además, que las empresas suben "misteriosamente" el precio de sus productos durante el período de campaña, y que lo que realmente "donan altruistamente", no es más que el excedente de las ventas.

Pues bien, todo eso puede ser verdad, como también puede ser falso. Quizás tiene un poco de cada cosa, pero lo que no se puede negar es que esta Teletón ha logrado unir a los chilenos.

Nos ha enseñado, a lo largo de los años, a creernos el cuento de que somos el país más solidario de todo el orbe.

Más allá de que hace unos años, la desaparecida Gladys Marín haya rechazado un ofrecimiento de Entel de donar 20 millones de pesos, si ella le daba un "piquito" a Lavín (en el acto más consecuente que un dirigente político ha dado en la historia), los viernes y sábados de fines de noviembre (o principios de diciembre) han adquirido emoción, empatía. Es una vez en el año en que el de derecha no pelea con el de la izquierda. Aunque no se crea, el ladrón casi no roba, y es que durante esa noche, las cifras de delincuencia casi caen a cero.

Partidos de fútbol, de tenis, de baile, de empujones arriba del escenario... Todo vale. Y no importa. Somos felices.

Sin embargo, y que no quepa duda: la Teletón es más que un placebo, es una fiesta nacional que nos pone en nuestra faceta más humana, más sensible y más tierna. Con familias "dando lo que no tienen" como dijo Julito Martínez en la primera Teletón, del '78.

Es, en definitiva, la única forma de sentirnos chilenos sin que sea 18. Prefiero creer. Que por lo menos haya UNA institución que en Chile funcione.

Un regalito de colección para que se motiven: del maestro a su tierra.

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Vida y muerte
Por: Ro!

Ayer pensé mucho sobre la vida y también la muerte, por eso quiero contarles una experiencia que tuve el año pasado, imágenes que se quedaron plasmadas en mis ojos y sentimientos que aún recuerdo. Ahí les va:

Finales de julio. Por motivos universitarios debí elegir un lugar cualquiera donde pasar la noche y escribir una crónica sobre ello.
Elegí la urgencia del Hospital de Carabineros. Me gustaba la idea de estar entre médicos y enfermeras corriendo de un lado para el otro, sabiendo que cada minuto vale oro. En el fondo quería que fuera como E.R. en versión chilena… y así fue.
A las ocho de la noche estaba en la sala de espera. No había ni un asiento desocupado. Ojos tristes miraban el único televisor. Un efecto hipnótico había en la pantalla. Una resignación a la larga espera.
Dos amigas más y yo estábamos vestidas con delantal blanco, simulando ser enfermeras para que los pacientes no se sientan observados por este trío de periodistas.
Recuerdo los llantos de los bebés con bronconeumonía, el saludo amistoso de una huesuda viejecita y la simpatía de Juan el camillero.
Me presentaron a los doctores de turno y enseguida nos invitaron a entrar con ellos a pabellón para observar las intervenciones quirúrgicas que hasta el momento estaban programadas.
Me dijeron que esa noche sería tranquila, la primera operación sería una apendicectomía y la segunda una reparación de fractura de codo (osteosíntesis).
Subí las escaleras junto al Dr. Fernández hasta llegar a pabellón. Empujé la puerta de vaivén y me encontré con un apacible lugar, casi en silencio si no fuera por la música que se escuchaba a lo lejos.
En la sala de vestuario me puse un traje verde, mascarilla, un gorro y hasta unos cubre zapatos del mismo color. No pude evitar sentir nervios, al fin y al cabo, era la primera vez que presenciaría una operación.
Antes de que los médicos procedieran, el Dr. Fernandez recibió una llamada. Sólo le escuché decir que bajaba enseguida. Se sacó el gorro de un tirón y me contó lo que sucedía.
Un helicóptero venía desde Maipú con un hombre baleado en la cabeza.
Mi corazón saltó cuando él dio por hecho que yo lo iba a acompañar a la sala de reanimación.
Rápidamente me saqué el traje de pabellón y volví a ponerme el delantal de enfermera.
Dos doctores, mis amigas y yo corrimos escaleras abajo. Ellos especulaban sobre qué habría pasado, comentaban que generalmente mueren cuando vienen en esas condiciones. “La pista de aterrizaje ya está lista” dijo el Dr. Álvarez mientras apuntaba con el dedo una ventana desde donde se veía un conjunto de luces. Supuse que esa es la pista.
Todo ocurrió en cámara rápida.
Sólo atinaba a seguir a los médicos. No quería ser un estorbo, me sentía inútil y estúpida con mi lápiz y libreta en el bolsillo.
Cuando llegamos Servicio de Urgencias sentí la voz de un paramédico “tres minutos para el arribo”, otra de un guardia de seguridad “viene inconciente pero con signos vitales”.
Escuchaba comentarios por todos lados. Todos estaban intercomunicados a través de las radios.
Salimos del hospital y nos dirigimos al helipuerto que estaba a pocos metros. Había más de diez personas con lentes protectores.
En la noche estrellada una luz intensa se acercó. Nos cegó por un segundo. Pronto nos invadió un viento infernal y un ruido ensordecedor. Las hojas caídas de los árboles crearon un remolino en torno al helicóptero que aterrizaba a unos cuantos metros de nosotros.
Bajaron la camilla con el hombre baleado, un paramédico sentado sobre él le realiza masajes cardiacos.
Eran cinco para las 11 de la noche, la camilla estaba rodeada por el equipo médico. Un par de gotas de sangre en las baldosas marcaban el camino hacia la sala de reanimación. Esta se hizo pequeña para la cantidad de personas que había.
Al principio no lograba ver lo que ocurría, las enfermeras y los doctores me tapaban. El Dr. Fernández se volteó, su delantal estaba ensangrentado. Una de los paramédicos dejó un espacio vacío por el cual pude ver.
El cráneo estaba completamente a la vista. Como si le hubieran cortado un pedazo de su cabeza. Su rostro sin expresión estaba casi verde. Sus ojos acaban de ser cerrados por una de las enfermeras.
“Está muerto” anunció uno de ellos. Entró al hospital muerto. Había una confusión. Esto no puede ser obra de un balazo. Le partieron la cabeza con un hacha o quizás con un bate de béisbol, especulaban los médicos. “Quizás le dieron con un fierro en la cabeza” sentenció el Dr. Álvarez.
Uno de los hombres que vino en el helicóptero, sacó un par de fotos a la cara impávida del paciente. El equipo médico se retiró. La sala quedó casi vacía. Las puertas se cerraron dejando sólo a dos enfermeras con el cuerpo sin vida.
Quedé con la imagen de su cabeza destrozada en mi mente. No podía parar de pensar que a ese hombre lo hubieran matado. Qué sufrimiento para la familia, saber que alguien le quitó la vida a tu hijo, hermano o padre.
De un segundo a otro tuve que despejarme y volver a pabellón para ver la operación programada. Cuando finalizó fui corriendo hacia urgencia para saber algo más de aquel hombre.
Había cuatro carabineros que caminaban por los pasillos y dos auxiliares de aseo trapeaban el piso. Del fondo se escuchaba una mujer gritar, era la madre del hombre.
Más cerca de mí, vestido con una chaqueta negra y unos blue jeans,estaba el padre del fallecido apoyado en la pared. Casi inmóvil, casi sin vida. Conservaba la calma o por lo menos eso es lo que aparenta.
Me acerqué al paramédico Raúl Contreras y me contó que el hombre que supuestamente había muerto de un hachazo en la cabeza, nunca fue agredido por otra persona. El carabinero de 28 años tuvo una fractura de cráneo por un balazo que el mismo se propinó. Se había suicidado.
Uno de los doctores se acercó y nos dijo que nos fuéramos, que ya más nada iba a pasar.
Y así lo hicimos. Nos fuimos, pero no a nuestras casas. Éramos incapaces de pegar un ojo esa noche. Así que aunque les parezca irrisorio caímos en una discoteque donde mi mente no dejó ni un segundo de recordar lo que ví. Sentía que daba más vueltas que la bola de disco...

No quiero dar una reflexión sobre el tema. Ni terminar la columna diciendo “no te mates”, sólo me dieron ganas de escribir a mi manera (no estilo reportaje como lo tuve que hacer para la U) lo que vi y sentí.
Espero les haya gustado.
Adiós y hasta el otro sábado wakatelácticos!

NOTA: Los nombres fueron cambiados.

Bad Day

por: Romi

“Hoy no fue un buen día”, podría decir Guido Girardi. Ja! Y yo me reiría en su cara. Pero qué le vamos a hacer, está en todo su derecho de culpar al destino de su desventurada realidad, pero qué pasa cuando de verdad ocurren injusticias casi casi divinas. Sí, porque ni siquiera son parte de un elaborado complot humano, sólo pertenecen a los desaciertos sobrecogedores, a los desaires que tiene la vida con nosotros.

“Hoy no fue un buena día”. Ufff! Cuántas veces no hemos dicho eso? Claro que además agregamos descalificativos específicos a personas y situaciones, lamentamos haber salido de la cama y maldecimos a cuanto pobre individuo se atraviese en nuestro camino.

Todo empieza mal. Te levantas y resulta que entras a la ducha y el agua sale fría porque se acabó el gas, pero eso no es precisamente lo que más te molesta, sino el hecho burlesco de que toda tu familia, que se levantó sólo un par de coordinados minutos antes que tú se bañó sin el más mínimo problema. Y ahí, con el shampoo en aún en la cabeza, intentas hacerte el valiente para terminar el enjuague con una odiada agua helada.

Ya, ok. Superaste el trauma de una potencial hipotermia a eso de las 6 de la mañana, pero como ya estás ultra despierto con semejante shock te sobra el tiempo y decides hacerte desayuno, ese simple desayuno que se transforma casi en un lujo porque, en realidad, nunca tienes tiempo para disfrutarlo: te lo mereces, lo necesitas. Entonces, cuando ya tostaste el pan, cuando el café humea para ti… no hay mantequilla!!!! “Nooooooooooo”, gritas mentalmente como si fuese la escena más desastrosa de una película. Terminas tomándote tu café de mala gana y con esa triste cara de tres metros sales a tomar la micro.

En el paradero ruegas para pase pronto tu micro y es entonces cuando ves la luz, porque ahí, al final de la calle viene veloz tu micro favorita, esa en la que te sientes bien dentro, sí esa misma. Por fin el día brilla -te dices iluso-. La micro se detiene, la gente en masa corre a tomarla y ahí, en ese mismo instante, la magia de un día luminosos acaba, entre tanto empujón se te cayeron las monedas al suelo. Sí, es un hecho insignificante, peor sabes que tienes que recoger las monedas porque eran los últimos 120 que tenias en el monedero. La micro parte, la gente victoriosa cuelga de la puerta y tu, humillado al máximo, buscas las monedas. Ese es el momento exacto para arrepentirte y devolverte a tu casa, pero no. Te quedas ahí, esperando como mínimo 15 minutos a que otra micro llegue lo suficientemente vacía como para subirte.

No importa, ya llegaste a tu destino. Caminas pensando en que odias la clases que tienes a la primera hora, que aún tienes ganas de comerte ese pan tostado con mantequilla y que, más encima, olvidaste tus anteojos y que, por lo tanto, tendrás un dolor de cabeza gigante al terminar la jornada. Todo este festín de conclusiones y en la esquina está la persona que más detestas de la universidad, lo malo es que ya te vio y, de hecho, te espera para terminar el recorrido junto a ti. Lo saludas de mala gana, tienes la típica conversación acerca del tiempo y comentan los titulares de LUN. ¡Nada puede ser peor! Pero resulta que no es así porque mientras intentas subir rápido las escaleras que te llevarán lejos de ese individuo que detestas tu pisada en falso se confabula en tu contra y caes de rodillas al suelo en frente de un montón de personas. Ni siquiera te duelen las rodillas, es la dignidad perdida la que no deja de pesarte.

Llegas a la sala y todos tienen papeles en sus mano. Ohhh si!!! Es que hay un control del que todo el mundo sabe…menos tú. Entonces es ahí cuando asumes de frentón que no era tu día, sales de la maldita salas y te devuelves a tu casa, quieres llegar y encerrarte para que nadie te vea ni te hable. Estás en la puerta de tu hogar y descubres que esta serie de eventos desafortunados no ha acabado: no tienes las llaves, las dejaste ahi, en esa casa que está frente a ti tan tan solitaria como tu. Entonces tienes que irte a la casa de alguien que pueda recibirte y guardar silencio, nada más. Pero tu decisión es la más equivocada de todas porque te vas a la casa de tu más silencioso amigo, pero que justamente acaba de terminar con su novia y necesitas de tus oídos compasivos.

Digamos que días como estos se han presentado ante mí un millón de veces ¿A ustedes no? Claro está que las circunstancias son distintas, de todas formas deben de haber querido ser congelados en una máquina fantástica por lo menos durante un par de días para luego despertar como si nada hubiese ocurrido. De seguro Girardi también ha soñado con esa máquina.

Eso es todo, nada más que decir.
Saludos cordiales a los fieles visitantes. He regresado.
Jajajajaja

Salvador Allende gay, Lavín gay, el Hotuiti gay.

Por: Feña

“Todos somos gays”, ese es mi slogan para el verano, lo pondré en los fotologs e incluso me haré una polera con mi lema.

Kurt Cobain alguna vez escribió “God is gay” y lo llevaron preso por eso, pero yo digo que todos somos gays, Dios, Pinochet, tu, yo, etc etc.
Primero que todo quiero aclarar que no tengo ningún problema con los gays, por favor no crean que esta es una columna homofóbica media nazi con pizcas de intolerancia y xenofobia, esto es simplemente mi dañada teoría acerca de la raza humana.

Empecemos por las mujeres, recuerdo que desde el colegio todas las minas andaban de la mano, durante el recreo no se soltaban en ningún minuto y se paseaban como si fuera algo así como una gran pasarela.
¿Porqué de la mano me pregunto? Quizás yo no estoy acostumbrada a tanto cariño físico, creo que la única vez que le tomé la mano a una amiga era en una situación etílica, para guiarla por el buen camino sostuve su mano y caminamos durante miles de horas.

No estoy diciendo que yo no he tenido rasgos lesbianos, ohh si señoritas, yo he dicho muchas veces la típica frase “si yo fuera hombre ....”, les aseguro que más de alguna ha dicho esa frase.
Por ejemplo yo amo a la Shirley Manson (vocalista de Garbage), obviamente si fuera hombre me caso con ella, para mí ella es perfecta, linda, canta bien y no es vacía como muchas caras bellas de la t.v.

También tengo una amiga que ama a Angelina Jolie, incluso tiene fotos de ella en su pieza.
¿Porqué hay minas que tienen fotos de minas en su fotolog? , no se supone que deberían tener fotos de minos todos guachones con abdominales ultra formados y más.

Las mujeres duermen juntas, se visten juntas e incluso yo creo que algunas se han bañado juntas.
Yo he dormido muchas veces con mi mejor amiga, pero eso no significa que la quiero de otra forma, sólo digo que todos tenemos un pequeño gay dentro. Estamos como en un punto medio entre Gonzalo Cáceres y La Roca.

Pero los hombres no se salvan de esto, mi teoría es que su gran homofobia es lo que los hace gays. ¿Porqué le temen a los gays? Ellos no muerden y no los van a besar si no les gustas. Si hay miedo es porque algo hay.

El mejor ejemplo del pequeño gay dentro de todos los hombres es la doble faceta que muestran con sus copas, o mejor dicho litros, demás. Hombre curado es igual a hombre cariñoso con sus amigos, lo que nunca habían hecho y lo que se habían atrevido a decir sale como por arte de magia.
Se abrazan se dan besos en la mejilla, no se sueltan se tratan de hermano, se dicen innumerables veces te amo te amo te amo, perro, compadre etc etc.

Pero al otro día nada pasó...extraña reacción de los machos frente al alcohol, dicen que este bebestible saca los más sincero y profundo de las personas, si eso es cierto confirma mi teoría.

Al igual que los hombre siempre se preguntan que hacen las mujeres en el baño, lo mismo me pregunto yo¿ qué hacen ustedes raza opuesta en sus urinarios?, ¿alguna vez han mirado para el lado?. Quizás si su respuesta es afirmativa no tienes un pequeño gay dentro más bien eres gay.

Bueno seamos lo que seamos lo importante es que seamos felices no?.

Por esta semana estoy knock out, cambio y fuera y saquen a ese gay que tiene dentro! Grrrrrrrrrrr

Jugos Jugosos de un día

cualquiera en la vida de Dul

Por: DUL


Ya entenderán que con el colapso de fin de año, mi mente se atrofia un poco y dice barbaridades, cuenta chistes fomes (como el del pollito y el carrusel) y crea slogans para salvar el mundo.

Es que a veces es necesario un momento de relax durante estos días de calor que me achicharran el cerebro... cómo hoy, cuando decidimos con Oscar crear una campaña para descontaminar santiago.

Mi profesor de seminario nos contó que en Japón habían solucionado el tema de la contaminación. ¿Cómo? Fácil! En palabras simples, hicieron orificios gigantes en los cerros e instalaron unos ventiladores mutantes. Resultado: fin de la contaminación.

Pensándolo bien, no es mala ida, si los sabios japoneses lo hicieron, Chile se podría poner las pilas, así que en nuestra imaginación nació la campaña “Aire limpio para Santiago”. Claro, el problema es como financiar nuestra gran idea, si el gobierno “no tiene un peso. Por eso abriríamos una cuenta en el banco del estado, así como una teletón por la descontaminación de la capital, haríamos campaña en blogs, páginas webs, diarios, matinales, programas de farándula, radio, fotologs y todos los medios existentes donde se anime a la gente a depositar sus pesos para lograr nuestro ansiado fin.

Si, lo sé, es casi imposible, pero nuestro plazo serían 10 años… quizás logremos juntar un par de millones de dólares. No es malo.

Tendríamos un himno, para incentivar la donación, en versión reggueton, cantada por los Reggueton Boys, que diría más o menos así (es sólo un esbozo de lo que puede llegar a ser):


Atrévete te, ¡vuelen los cerros!
Destápense, pongan los ventiladores
Dejen de ahogarnos
Que nadie puede ayudarnos
Depositen su dinero en la cuenta
Y perrearemos felices en santiago

¿Les parece? Claro que Oscar me dijo que deberíamos ser más comerciales. Su idea fue integrar un chip a cada persona, tipo “tag”, para que cuando nuestro proyecto este funcionando, cobrar por el aire limpio. “Usted respiró 1583 veces hoy, son $1680 pesos, ¿Cómo cancela?”… igual es buena idea.

Pero creo que todo esto es imposible. Así que si estamos en la onda de imaginar cosas, mejor nos escapamos con los millones de dólares acumulados y somos como los políticos chilenos. Me escapo con toda la plata, total, todo está en mi mente, como siempre.

Saludos Jugosos.

Del amor al odio…. ¿Un paso?

F

Cuántas veces lo hemos escuchado, algunos lo han vivido o quizás su turno llegue en las próximas horas.
No he odiado a nadie - espero seguir así - a lo más me he molestado mucho con algo o alguien, pero no pasa más allá de eso y por un par de horas, y por ende no he pasado por aquel proceso.

Sé y conozco a algunos que sí han viajado de un extremo al otro. Bueno, ahí viene mi duda ¿qué hace cambiar tanto ese sentimiento? ¿Por qué ayer lo amabas y le jurabas amor eterno, le decías que era lo mejor de la vida y que nunca le harías daño, y hoy lo odias con todo tu ser y quieres que todo lo que el toque o realice caiga a los más ardientes y profundos infiernos, donde ni siquiera el diablo se atreve a llegar?

Es verdad, te puede haber hecho daño, quizás te dejó por otra (otro), te engañó, quebró lo más preciado y complicado que hay en la vida de los vivos: la confianza, o en el caso extremo, mató a uno de tus seres queridos, entre varios casos posibles.

Pero yo soy de la postura de no odiar al o a la que amé y que hizo lo ya descrito, sino dejar pasar aquello y no devolver con mala onda u odio a la otra persona. Cada cosa buena, correcta y justa llega a su tiempo. No soy de la idea de contaminarme en elaborar odio para esa persona determinada.

No me voy a olvidar ni voy a invitar a tomar cafecito al que matare a un amigo, ni si fuera el caso de encontrar a mi mujer en la cama con otro, no los invitaría al Bravísimo a tomar una copa de helados para que me contaran cómo se conocieron o desde cuándo están juntos sin que yo sepa; pero prefiero dejar las cosas ahí, sin mala onda. Dejar que la vida diga qué pasará más adelante. Yo sigo con mi vida y espero que ellos con las suyas de la mejor manera que puedan.

No quiero escupir al cielo al decir que si eso pasa lo voy a hacer así, pero es lo más seguro. Sé que los sentimientos no son predecibles y menos cuando aún no lo vivimos, pero sé que cada uno sabe cómo debe reaccionar y cómo quiere reaccionar.

Se puede si se quiere.
A los que odian, más tranquilidad y ocupar más esa energía en producir cosas buenas para ustedes que malas para el resto.

Joe Vasconcellos – Sólo Por Esta Noche

¡PROTESTA DE DUL!

Igualito al comercial de limón Soda, donde la viejita le cede el asiento a la cansada universitaria, algo parecido a eso debería suceden en estas últimas semanas.
Me explico: Íbamos en el metro con F, HL y la Feña, de vuelta de una cansada jornada de estudios, y se desocuparon dos asientos, los cuales fueron ocupados rápidamente por nosotras.

Si, estábamos cansadas, agotadas y lo teníamos que seguir trabajando al llegar a la casa, en la siguiente estación se sube una señora, de mediana edad, a lo cual F reacciona diciendo que le cediéramos el puesto. Me pareció chistoso, a lo cual yo respondí: “F, los jóvenes también se cansan”. Y es cierto.

Claro, se supone que hemos vivido menos años, por eso debemos tener más fuerzas y es nuestro “deber” cederle el asiento a cualquier vieja que entre al metro o se suba a la micro. Mucha gente cree que la vida del universitario es fácil y livianita: Ajá! ¡Están completamente equivocados!

Nos levantamos temprano para alcanzar a tomar la micro y no ir colgando, y así poder llegar a la hora a clases, después de haber dormido sólo un par de horas, pues la noche anterior te quedaste estudiando o haciendo un trabajo. Sales de clases y almuerzas un sándwich sentado en la calle, esperando que empiece la próxima clase, dónde lo más probable es que te espere una prueba horrible de desarrollo y cuando por fin vas camino a casa y te sientas relajado esperando llegar a escuela militar sin complicaciones, viene F y te dice que le des el asiento a alguien.
De verdad, olvídalo.

Sólo ocupo a F para representar el pensamiento de muchos. No tengo nada contra el. Lo juro. (risas para ti)

Y para que quede claro: si me ven sentada en el metro o en la micro, a no ser que ustedes se estén cayendo, estén embarazados o con yeso en las dos piernas y manos, no me pararé. No por lo menos en estas próximas dos semanas. ¡He dicho! O se enfrentarán a la furia de Dul estresada y con jaqueca.


Ahora, cambio radical de tema: Les cuento que el concierto de Fito Páez estuvo increíble. Sonó mejor que nunca, se veía hermoso y se merece todo mi reconocimiento… ufff.
Les dejo una canción, antigua y escondida, que volvió a ser entonada el fin de semana pasado: La Verónica – Fito Páez

Por nosotros, por ellos

F

En décadas pasadas la vida era más tranquila, quizás no tantos lujos como hoy, pero se vivía mejor, se compartía más con la familia y los amigos, se hacía más vida social en las plazas y en el barrio. Hoy para hacer esa vida, debes asistir a un local, mall, pub, etc., por ende debes tener dinero, quizás no es mucho, pero hay que tener algo.

Antes los niños se morían de hambre, debido a la gran desnutrición que afectaba al país, luego intervino el gobierno y dio las famosas canastas y la cosa mejoró. Hoy los niños mueren de obesidad. ¿Dónde está el error que no se fijaron que se estaba pasando del punto de equilibrio? Al final igual se están muriendo.

Antes el Estado poseía menos recursos que los que obtiene hoy con el cobre y la educación era gratis, hoy muchos no pueden ni siquiera terminar el colegio, menos pensar en la universidad.
Hoy si la carrera cuesta un millón al año, el que tiene menos plata termina pagando en diciembre un millón 500 mil con los intereses, pero el que tiene más plata paga durante el año sólo 800 mil, ya que lo hizo en efectivo. Es decir, el que tiene menos paga más y el que tiene más paga menos. Chile

Antes se leía mucho, hoy son muchos los que no leen. Así está el país. No quiero generalizar, pero siendo joven y al analizar Mekano y esos programas donde se supone reflejan a nuestra juventud, es penoso que un chico o chica responda que la República Checa queda en América Latina, por dar un ejemplo.
Antes los jóvenes eran líderes, hoy lideran el carrete y el reventón. Creo que la generación a la que pertenezco es la "perdida y que ha perdido el rumbo", pero me ilusiono con la que viene, esa que algo tiene de relación con los Pingüinos.

Antes se pensaba en algo, se creía y se luchaba por ello. Hoy se impone, se discrimina y te preenjuician por ello. Creo que mucho tienen que ver las Industrias Culturales, que más perjuicios ha traído a nuestra sociedad. La publicidad, el consumo, y cuanta tontera que imponen los medios, nos han ido llenando de necesidades falsas (no necesito un Audi para que una mujer se fije en mi o para ser el gran invitado de determinada fiesta), lo que nos lleva a creer que el éxito laboral es la clave de la felicidad. ¿Cuántos padres son millonarios, piensan cada año en cambiar su auto y tienen casa en todos los lugares de Chile y que parecen mansiones, pero que son separados y que viven peleando con su mujer y que no pueden disfrutar lo que tienen o han logrado?

¿Antes se hablaba de estrés? Seguro que no. Pregúntenle a sus abuelos o padres, qué tal fue su vida en el campo con sus hermanos, sus juegos, qué compartían, etc.
Antes la familia iba al estadio, de violencia y orden público no se hablaba tanto en las noticias, hoy es más acentuado el tan famoso "como te ven te tratan", antes se hacia más vida con los demás - no sólo en los carretes -, creo que éramos más buenos y humanos.

Bueno, para complementar el texto, les recomiendo ver la película alemana "Los Edukadores"
Hoy es el día del VHS y DVD a 500 pesos, aprovechen de verla. Si la encuentran mala, me echan la culpa, de lo contrario acá estoy para los agradecimientos.

Muevan Las Industrias - Lo Prisioneros

UN GOLPE DURO
Por: HL

Por más que suene a ironía, el accidente de ayer en la octava región tiene, al menos, esa frase dando vueltas.

Si hace más de un año sufrimos el dolor de las familias de las víctimas de la tragedia de Antuco (mayo 2005), y a fines de septiembre de ese mismo año 3 funcionarios del Ejército fallecieron en un accidente en la Antártica, hoy vemos con desazón un nuevo desastre, otra vez al sur, y con 19 fallecidos.

La Banda de Guerra del Regimiento Chacabuco perdía 3/4 de sus integrantes, entre ellos, el que sería Hijo Ilustre de Cañete (lugar del accidente), Roy Reyes, el símbolo mediático de esta nueva tragedia carretera, que enluta a las fuerzas militares del país.

Muy a pesar de todos estos hechos, no deja de llamar la atención el giro perceptivo que ha reposicionado al Ejército entre la opinión pública. Si hasta hace dos años atrás, todavía la gran masa popular veía con resquemor el historial de la defensa militar, aún bajo la sombra del régimen militar iniciado en 1973, hoy tenemos a las Fuerzas Armadas con cada vez más jóvenes dispuestos a servir a la patria y convertirse en héroes.

No se infiera que estamos hablando de que todo esto haya sido a propósito (es más sano pensar que no), pero tampoco podemos dejar de advertir este hecho, que por más frío e insensible que parezca es una realidad.

No obstante, el sentimiento nacional se adhiere al dolor de las familias de las víctimas, se preocupa de la salud de los heridos y manifiesta su profundo pesar y hondo respeto al Ejército que, digámoslo, ha hecho grandes esfuerzos por mejorar su imagen institucional. Salvo pequeños grandes errores.

A no dejar pasar otro detalle menor: este fue otro accidente de tránsito, aparentementre causado por exceso de velocidad, por tanto se hace un llamado una vez más a manejar con precaución.

En la nada

Por: Ro!

Como mi mente anda divagando perdida por algún lugar y por ende no se me ocurre ningún tema sensato para escribir, decidí hacer una cuenta regresiva sobre las cinco cosas sin sentido que no puedo dejar de hacer.

5° Ver el programa “Next” o “Dismiss” de MTV: me cargan pero por alguna extraña razón me quedo pegada frente al televisor y después de un rato me pregunto ¿Por qué estás viendo esto?

4° Guardar las boletas: no sé por qué lo hago, pero no puedo botarlas apenas las recibo. Pasan semanas en mi mochila o en mis bolsillos para después ser botadas sin siquiera mirarlas.

3° Inventar nombres con las iniciales de las patentes: cuando estoy en un semáforo, veo las patentes de los autos de adelante e impulsivamente imagino palabras. Por ejemplo: AI 56-76 podría ser aeropuerto internacional, auto inflable o arma indestructible.

2° Leer el horóscopo: apenas recibo el diario en la mañana lo primero que hago es ver mi signo. Esto para algunos no es tan “sin sentido” pero para mi sí porque yo no creo en él. El viernes pasado leí cuatro horóscopos, uno decía que ese sería un día para estar con la familia, otro me advertía de posibles dolores de cabeza y los otros ya ni recuerdo. La cosa es que no coincidía.

1° Contar compulsivamente el tiempo que me demoro de un lugar a otro: camine, vaya en metro o micro, siempre miro el reloj para ver la hora de salida y posteriormente la hora de llegada a mi destino. Juego a marcar récord, un minuto vale oro en este “pasatiempo”.

Dulce Adicción

por: Romi

¿Se puede crear una lista con las más absurdas y, porque no decirlo, secretas adiciones? En un intento casi sobrehumano logré descubrir algunas que, si bien carecen de profunda y real importancia, me parecen simpáticas de contar.

Existe un número limitado de elementos que motivan un respirar distinto. Perdí el aliento al no encontrar esa pequeña cajita donde guardo los ticket de los conciertos a los que he asistido. Me sentí desesperada por no lograr llegar a tiempo a casa para ver el capítulo nuevo de mi serie favorita del cable. Pasé horas en una fila intentando conseguir entradas para el estreno de una película. Sí, la adicción se ha manifestado de distintas formas a lo largo de mi vida. No es algo sobre lo que reflexione más de la cuenta, sólo admito mí desmesurado interés por ciertas ínfimas cosas con serenidad. Al menos eso intento.

Amo la televisión más de lo que imaginé- creo que usar la palabra “amo”, en este caso, no es una exageración-. ¡Oh, mí amada TV! Esta sí es una oda para ti. ¿Y cómo no si provocas esta dulce necesidad?

Amigos míos, reflexionen junto a mi. Sólo ella puede atribuirse el mérito de dejarnos inertes sobre la cama con un par de movimientos básicos activados y con sólo los músculos de los ojos a cargo de todo lo que nuestra vaga existencia pueda significar un domingo por la tarde (más aún cuando la soltería se pronuncia sobre cualquier otra cosa). En realidad, nuestro caricaturesco cuerpo pesa tanto que el control remoto resulta ser el más fiel compañero a desventuradas parodias mentales y condenados chistes sin final. Ni un histriónico rostro es capaz de moverse para reírse a carcajadas de nuestro estado, aunque lo merezcamos en demasía.

Tan inofensiva, tan quieta que su letal misión de desconectar la razón provoca saltar bruscamente de la cama y en un segundo (que parece de gloria) mirarla como una enemiga. ¡Gracias al cielo que hemos salido de ahí! – decimos-. Como si el limbo se hubiese compadecido. Admitámoslo, esta escena es falsa: sólo aparece en el repertorio cuando intentamos recuperar la cordura convenciéndonos de una madurez inexplotable e irreal, es decir, cuando no soportamos nuestros cobardes estado anímicos.

Por eso es perfecta. Además de las mexicanotas telenovelas que te consumen y te dejan como estropajo sintiendo un placentero dolor, existen los nuevos favoritos de la televisión abierta: comerciales. ¡Vamos! El ingenio tras ellos merece toda nuestra atención.

Sea cual sea su real función en mi vida tiene bien merecida mi efervescente adicción. Gracias por hacerme sentir glacial, inútil y holgazana.

Paseo Maldito

Por: Feña

Hace un tiempo atrás fui al tour nocturno del cementerio general. Ohhhhhhh sii, fui totalmente preparada para ver cosas como el niñito de sexto sentido, no saqué muchas fotos para no molestar e incluso imaginé que al ver las fotos en el computador podían aparecer luces cuáticas y más, pero nada de eso pasó, por lo tanto les contaré acerca de mi tour sin fantasmas ni cosas que vuelen.

Creo que las películas han creado muchas fantasías en mi cerebro. Recuero cuando vi Cementerio Maldito, nunca más quise acercarme a un cementerio y cuando iba a sur pensaba que habían cementerios indios por todos lados, pero obviamente no habían.
Luego al ver Poltergeist sufría pensando en esa casa maldita, creo que tuve que dormir con la luz prendida como por dos semanas.
Esas fueron mis experiencias con cementerios y debo decir que no era nada de buenas.

Al comenzar el tour aperece un personaje bastante fantástico que es el guía del tour, aunque anda demasiado rápido igual alcancé a conocer la historia del cementerio y lo mejor fue ver la tumba de Victor Jara y el Gato Alquinta.
Lo malo del tour fue ver todos los nichos de niños, realmente me pone mal pensar que una vida se acabe tan rápido.

El tour más bien sirvió para ver lo tranquilo del lugar y ver que no tiene nada que ver con las películas. Creo que si no molestas a los que descansan ellos no tienen que molestarte a ti. Además ese lugar era demasiado tranquilo, creo que sólo es huesos lo que queda ahí , lo importante se va a algún lugar mejor.

Un tour bastante peculiar y que vale la pena. Ahora reafirmo mi teoría de que hay que temerle más a los vivos que a los muertos.

Si alguien está interesado en este tour puede reservar al tournocturno@cementeriogeneral .cl y

el valor es de $1600.

SERIEMANIACA
Por: DUL

Debo reconocer que amo las series. Por sobretodo amo las series gringas y aunque algunos no lo entiendan, amo el humor gringo.

Hasta que cumplí los 14 años, mi tele se apagaba, sin peros, a las 10 de la noche. Jamás me revelé contra mi mamá, así que nunca pude ver los programas de la noche… hasta que descubrí que existían las series y eso cambió mi vida…

Creo que todo empezó con “full house” ¿la recuerdan? Un viudo con 3 hijas que vivía en San Francisco, con el hermano de mujer y su mejor amigo… el nicho de las gemelas olsen. Era una comedia divertida para la época. También recuerdo “Who’s the Boss”, con Alissa Milano, alegraba mis tardes de colegiala.

Pero luego hubo una reinvención en la forma de hacer series, y conocí a mis mejores amigos: “FRIENDS”. Seguí meticulosamente cada capitulo, cantaba “smelly cat” junto a Phoebe, amaba escuchar “we were on a break”, reía a carcajadas con Joey y Chandler… hasta que terminó, y lloré, por supuesto. Un buen final, para una gran serie. Aún espero el reencuentro. Aún revivo las risas con el spin off llamado “Joey”.

Y es que estamos a días de que empiecen las nuevas temporadas y las nuevas series y de verdad estoy emocionada, quizás me emociono más por el estrés que me invade en estos días. Esto de organizar las horas del día, con el tiempo justo para comer, porque en menos de un mes, se acaba este año universitario, se acaba la tesis – la maldita e interminable tesis – y mi vida cambiará radicalmente…

Pero antes que todo termine, empiezan las nuevas temporadas, las que mas de alguna espera con ansias, tendré que verlas, porque o sino mi hermana, que se encuentra “trabajando” en Pto Vallarta, me va a matar si no le hago un resumen de los primeros capítulos.

Lo peor de todo, es que empiezan series nuevas, y como yo tengo una enfermedad, debo verlas todas, menos las de ciencia ficción. Así que desde antes de ayer – lunes- me encuentro desde las 7 de la tarde hasta las 12 de la noche rotando por Don Sony y Don Warner, y nadie me puede despegar, ni la tesis, ni las pruebas solemnes, ni los cambios radicales.

Se viene:
Grey’s Anatomy y está increible
Gilmore Girls… no puedo adelantar nada aún
Scrubs y JD me hacen llorar de la risa
Two and a Half Men y ahora están repitiendo las primeras temporadas
The OC y el funeral de Marissa

Y se que se me quedan muchas afuera, pero debo ir a estudiar o sino no podré ver series… Les dije que lo mío es una enfermedad.

Que tiempos aquellos

F

Antes bastaba con saber arreglárselas en la calle, en saber y aprender oficios que a la larga se transformarían en nuestro sustento de vida, como era el de lustrador de botas o el señor de la zapatería.

Luego para optar a un trabajo o hacer algo productivo exigían octavo básico. Con el tiempo ya era necesario haber salido de cuarto medio para poder vivir tranquilo trabajando en un banco, por ejemplo.

Pero los tiempos no se detienen y por lo visto no esperan a nada ni a nadie. Por eso ya no bastaba con el colegio o escuela. Ahora la idea era ser universitario para "ser alguien en la vida". Hoy esa idea quedó obsoleta. Una carrera no está asegurando nada, ni dinero ni la felicidad que se supone trae el papel y la moneda.
Ahora la idea es hacer un Master, Magíster, Diplomado o algo. Esto lo comentan profesores compañeros, amigos, los medios... todo invade.

Quizás mañana no sea suficiente con lo anterior y debamos tener dos cartones. Periodista y Psicólogo para que quizás nuestro currículum pase a la segunda etapa de evaluación en una postulación.

¿Hasta dónde llegaremos así? ¿Vivir para estudiar y trabajar? Quiero vivir como antes si es que las cosas van de este modo. Mientras más avanzamos, más limitamos nuestra libertad. Seguimos en el círculo del mercado que crea más necesidades que realmente no lo son, nos estamos convirtiendo en lo que compramos y consumimos. Si no, es cosa de mirar hacia atrás y hablar con los abuelos y gente que tenga la experiencia.

Si la cosa sigue así, no quiero seguir viviendo acá!.... me voy!

Saint Germain - So Flute

Por: RO!

Vacaciones por un día


Cuando se está lleno de cosas para hacer, cuando tu cabeza está que explota de tantas responsabilidades, no hay nada mejor que decretar “vacaciones por un día”. Estas generalmente son el domingo, obvio, es feriado, nos levantamos tarde y hacemos las cosas que nos gustan. Pero como somos seres humanos complicados y le buscamos la quinta pata al gato, alegamos contra este día y lo llamamos fomingo tildándolo de fome y sin gracia. ¿Por qué será?

Ayer traté de recordar cómo eran mis domingos cuando era niña, y llegué a la conclusión de que nada interesante ocurría. Bueno, en realidad, siempre dejaba todas las tareas por hacer ese día. Recuerdo haber estado horas frente al televisor y con mi “deberes de estudiantiles” en mano sin avanzar ni siquiera un poco. No entiendo por qué no las hacía rápido para que así me quedara toda la tarde libre.

Era típico que iba a almorzar donde mi abuela o donde mis tíos y jugaba toda la tarde con mi hermano y mis primos, pero a pesar de ello era domingo, y no era lo mismo que jugar un sábado o un viernes en la tarde.

Por esta razón, he cambiado mis “vacaciones por un día” al miércoles, a mitad de semana, genial para desestrezarme del horripilante lunes y martes de locos. Esas son mis 24 horas de nada y todo a la vez, es decir, de hacer nada que me desagrade y de hacer todo lo que me guste. Trato, aunque a veces el sistema no me deja, de “perder mi tiempo” en actividades que nunca hago como acostarme a ver series de TV, cualquiera, de todas me engancho, veo pedazos de películas (porque por motivos que ni yo sé me cuesta ver una entera) y lo mejor de todo, pongo algún canal de monitos animados y rememoro mi infancia. Todo esto se mezcla con mis sueños, duermo, me despierto, vuelvo a dormir y así sucesivamente.

De allí, como cosas ricas, salgo a los lugares que quiero y escucho música a todo volumen y lo más importante de todo, no me preocupo por lo que tenga que hacer el día siguiente ni de los trámites pendientes. Es difícil, por lo menos para mi, pero se puede hacer.