¡PROTESTA DE DUL!

Igualito al comercial de limón Soda, donde la viejita le cede el asiento a la cansada universitaria, algo parecido a eso debería suceden en estas últimas semanas.
Me explico: Íbamos en el metro con F, HL y la Feña, de vuelta de una cansada jornada de estudios, y se desocuparon dos asientos, los cuales fueron ocupados rápidamente por nosotras.

Si, estábamos cansadas, agotadas y lo teníamos que seguir trabajando al llegar a la casa, en la siguiente estación se sube una señora, de mediana edad, a lo cual F reacciona diciendo que le cediéramos el puesto. Me pareció chistoso, a lo cual yo respondí: “F, los jóvenes también se cansan”. Y es cierto.

Claro, se supone que hemos vivido menos años, por eso debemos tener más fuerzas y es nuestro “deber” cederle el asiento a cualquier vieja que entre al metro o se suba a la micro. Mucha gente cree que la vida del universitario es fácil y livianita: Ajá! ¡Están completamente equivocados!

Nos levantamos temprano para alcanzar a tomar la micro y no ir colgando, y así poder llegar a la hora a clases, después de haber dormido sólo un par de horas, pues la noche anterior te quedaste estudiando o haciendo un trabajo. Sales de clases y almuerzas un sándwich sentado en la calle, esperando que empiece la próxima clase, dónde lo más probable es que te espere una prueba horrible de desarrollo y cuando por fin vas camino a casa y te sientas relajado esperando llegar a escuela militar sin complicaciones, viene F y te dice que le des el asiento a alguien.
De verdad, olvídalo.

Sólo ocupo a F para representar el pensamiento de muchos. No tengo nada contra el. Lo juro. (risas para ti)

Y para que quede claro: si me ven sentada en el metro o en la micro, a no ser que ustedes se estén cayendo, estén embarazados o con yeso en las dos piernas y manos, no me pararé. No por lo menos en estas próximas dos semanas. ¡He dicho! O se enfrentarán a la furia de Dul estresada y con jaqueca.


Ahora, cambio radical de tema: Les cuento que el concierto de Fito Páez estuvo increíble. Sonó mejor que nunca, se veía hermoso y se merece todo mi reconocimiento… ufff.
Les dejo una canción, antigua y escondida, que volvió a ser entonada el fin de semana pasado: La Verónica – Fito Páez