
Por: F
Esta historia me la contaron el viernes:
"Un hombre muy pobre que vivía a las afueras del pueblo, donde su única pertenencia o cosa de valor era su caballo.
Siempre que iba al pueblo o los ciudadanos que lo visitaban, le ofrecían mucho dinero por comprar su caballo. El "pordiosero" siempre les dijo que no, que no lo vendería ya que era lo que él más quería.
Un día el caballo se fue. La gente que siempre se lo quiso comprar le dijo que había sido un tonto al no venderlo, ya que ahora no tenía nada, ni dinero ni buena suerte.
El pordiosero, les dijo que no era ni buena ni mala suerte, que sólo se había ido el caballo, y que la vida dirá si fue o no mala suerte.
Luego de un tiempo, el caballo volvió donde su dueño, pero no lo hizo solo, sino que con una yegua y varios potrillos.
En el pueblo lo felicitaron y le dijeron que tenía buena suerte, a lo que el pordiosero respondió, que no era ni buena ni mala suerte, que sólo el caballo volvió acompañado y que la vida dirá si es o no buena suerte.
A las pocas semanas, uno de los hijo del pordiosero se pudo a domar a uno de estos potrillos. Pero el joven se calló y quedó inválido, sin poder caminar. En el pueblo le dijeron que había tenido mala suerte, que esos caballos eran una mala elección. Él dijo que no era ni buena ni mala suerte, que sólo había ocurrido el hecho de su hijo, y que la vida dirá si fue bueno o no.
A los meses su pueblo declaró la guerra al pueblo vecino, y todos los jóvenes sanos debían alistarse para la batalla. En el pueblo le dijeron que tenía buena suerte porque su hijo no podría ir a la guerra, ya que todos sabían que los iban no volvían, por lo que el hijo inválido se quedaría con su padre por toda la vida.
A estos comentarios, el pordiosero respondió que sólo la vida dirá si es buena o mala suerte".
Lo que desprendo de esta pequeña historia es que no debemos anticipar juicios de valor a lo que nos sucede, ya que lo que hoy nos hace llorar, mañana posiblemente nos hará reír.
"Un hombre muy pobre que vivía a las afueras del pueblo, donde su única pertenencia o cosa de valor era su caballo.
Siempre que iba al pueblo o los ciudadanos que lo visitaban, le ofrecían mucho dinero por comprar su caballo. El "pordiosero" siempre les dijo que no, que no lo vendería ya que era lo que él más quería.
Un día el caballo se fue. La gente que siempre se lo quiso comprar le dijo que había sido un tonto al no venderlo, ya que ahora no tenía nada, ni dinero ni buena suerte.
El pordiosero, les dijo que no era ni buena ni mala suerte, que sólo se había ido el caballo, y que la vida dirá si fue o no mala suerte.
Luego de un tiempo, el caballo volvió donde su dueño, pero no lo hizo solo, sino que con una yegua y varios potrillos.
En el pueblo lo felicitaron y le dijeron que tenía buena suerte, a lo que el pordiosero respondió, que no era ni buena ni mala suerte, que sólo el caballo volvió acompañado y que la vida dirá si es o no buena suerte.
A las pocas semanas, uno de los hijo del pordiosero se pudo a domar a uno de estos potrillos. Pero el joven se calló y quedó inválido, sin poder caminar. En el pueblo le dijeron que había tenido mala suerte, que esos caballos eran una mala elección. Él dijo que no era ni buena ni mala suerte, que sólo había ocurrido el hecho de su hijo, y que la vida dirá si fue bueno o no.
A los meses su pueblo declaró la guerra al pueblo vecino, y todos los jóvenes sanos debían alistarse para la batalla. En el pueblo le dijeron que tenía buena suerte porque su hijo no podría ir a la guerra, ya que todos sabían que los iban no volvían, por lo que el hijo inválido se quedaría con su padre por toda la vida.
A estos comentarios, el pordiosero respondió que sólo la vida dirá si es buena o mala suerte".
Lo que desprendo de esta pequeña historia es que no debemos anticipar juicios de valor a lo que nos sucede, ya que lo que hoy nos hace llorar, mañana posiblemente nos hará reír.
La vida es así, las cosas pasan y son por algo. ¿Qué es?.... no lo sé, sólo sé que es
La Vela Puerca - Por La Ciudad
Jorge Drexler - Todo Se Transforma
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2 Vómitos:
es el destino...
yo lo sé, y te cuento mi secreto, pero no se lo digas a nadie, ya??
ese es mi secreto: el destino.
el sino de las personas viene marcado, toma tu camino, elige, prueba, pero existe un final predestinado...
soy Zulma y no te atrevas a ningunearme!
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