
¿Dónde empieza mi huida?
por: Romi
Esta semana sólo he ocupado mi escaso tiempo de ocio en pensar, pero a pesar de los múltiples y constantes parlamentos intelectuales mi mano jamás se movió para redactar alguna oración capaz de alivianar la carga de este maldito proceso por el que paso. Ya estaba rendida, pensé en publicar algo sobre el arte que, en realidad, no sé en qué retorcido momento redacté, pero de que existe, existe. Entonces MSN salvó mi vida.
Esta semana sólo he ocupado mi escaso tiempo de ocio en pensar, pero a pesar de los múltiples y constantes parlamentos intelectuales mi mano jamás se movió para redactar alguna oración capaz de alivianar la carga de este maldito proceso por el que paso. Ya estaba rendida, pensé en publicar algo sobre el arte que, en realidad, no sé en qué retorcido momento redacté, pero de que existe, existe. Entonces MSN salvó mi vida.
Para comenzar con la propaganda ya mencionada con sutileza debo declarar, primero, que el título de esta columna no pertenece a las conclusiones propias de mi estado, sino que corresponde a la rapsodia clásica de uno de los personajes más queridos de mi vida, me atrevería a decir que es , incluso, tres veces más desadaptado que yo. Sea como sea, tengo que reconocer que él entiende cada uno de mis actos así que el título “¿Dónde empieza mi Huida?”, como potencial título de un futuro libro acerca de mi naturaleza psicológica, es absolutamente legítimo.
En una inofensiva ventana de conversación virtual, además de declarar nuestro mutuo amor, enjuiciamos nuestras más destacadas demencias. Sí, yo lo acusé –como siempre- de sufrir cobardía crónica y él me acusó –por primera vez- de ser una miedosa. ¿Yo miedosa? Reconocer que este extraño personaje pueda tener algún grado de razón significa creer en su palabra y, lo que es peor, aceptar lo mucho que me conoce y lo rápido que puede registrar mis vulnerabilidades. Es una lucha demasiado fuerte como para declararme vencida en el primer intento así es que, por supuesto, lo negué elegantemente. Pero la verdad es que este mágico tipo parece haber resuelto mi puzzle: creo que soy miedosa endógena.
Tengo miedo ahora. Miedo de sentir lo que siento, de amar lo que amo, de desear lo que deseo, de soñar lo que secretamente sueño. Pero no es sólo ahora, ha sido así siempre y ahí está la respuesta a todo este ruido en mi pecho: siento miedo, luego me ahogo y termino huyendo. Sí, esta es la ecuación más perfecta y sensata para definir mi siempre cuestionable inestabilidad emocional.
Y termino autoconvenciéndome, con rebuscadas excusas, que necesito otras cosas, que no estoy preparada, que tengo otras prioridades, pero la única verdad es que invento gigantes barreras a los ya característicos obstáculos preexistentes para hacer más difícil aún mi camino hacia la felicidad. Entonces me pregunto ¿Temo ser feliz? En realidad temo perder batallas, temo sentirme decepcionada de mi misma, temo acabar con el discurso que mantienen en orden mis días.
Le temo a los saltos bruscos de mi corazón, le temo a las manos temblorosas, le temo a esos besos que cada día se hacen más necesarios, le temo a la risita estúpida con la que me acuesto cada vez que escucho su voz, le temo a su olor que se impregna en todo, le temo a este cosquilleo que me recuerda lo que soy capaz de sentir. ¿Ustedes no le temen a eso?
En fin, todo este existencial análisis gracias a una insana conversación por MSN con un raro personaje de mis crónicas pasadas. A ti, maldito psicópata emocional, dedico esta columna, para que veas, amigo de mi alma, que lo trascendental en mi vida tiene pensamiento y letra de poeta.
---------------------------------------------
5 Vómitos:
...
nunca dejaste en claro donde empezaba tu huida...
asi que todavia estamos en cero.
mas, yo sigo sosteniendo que comienza en ti.
unbeso_
vas donde el rodrigo hoy?
=)
yo apoyo al señor negro de arriba...
también creo que todo comienza en ti y que de verdad eres capaz de sabotearte inconcientemente...
cuidado contigo... eres tu enemiga pública.
Con todos los temores, te haces la valiente, pero a veces no es necesario ser tan valiente... y dejarte ser vulnerable
yo también le temo a sentir, lo acepto y mucho y mejor no sigo hablando de esto.
DUL
mi niña linda siges siendo tu, la orgullosa, la independiente la autosufisiente? y que importa si tienes miedo de las cosas que tiene que alguien te haga sentir cosas lo importante es que vivas lo que te toca porque tu haces feliz a mucha gente tienes que ser feliz ahora tu.no puedes tener miedo de ser feliz, son esas cosas tontas que se meten en la cabeza no te hagas caso. jejeje
cuidate. te amo mucho
bella tu columna como todas
Cada persona tiene derecho a sentir, pero no tiene el derecho a negarse a sí misma, a no dejarse ser, a clasurar sus caminos... a no ser quien realmente es y quién quiere ser....
Eres una gran mujer y me alegro que seamos amigos!
¿Y quien es ese anónimo amigo?
Publicar un comentario
<< Inicio