Bienvenidos a Wákatela!
Quiénes Somos


Esto es:::Wákatela!
Desde::Santiago, Chile
Wákatela! está formado por 6 periodistas de la UNAB. Ellos son: Dalal Halabi, Hans Lagos, Fernanda Ramos, Romina Rojas, Felipe Muñoz, Óscar Moya y todos ustedes. Hace un tiempo atrás germinamos un gran Nicho... pero ahora todo nos da asco. Es por eso que nació Wákatela!, para que vomites todo eso que no tienes cómo ni dónde decir. Hablamos de todo lo que se nos ocurra y de lo que no también. Bienvenidos a Wákatela!, tu nicho en Internet.
Ve Nuestro perfil completo

Últimos vómitos

Confesiones de una Mente Dañada
El Extraño Mundo de Dul
Chúpate Ésta
El Diablo es mi Copiloto
¿Para quien escribo yo entonces?
Confesiones de una Mente Dañada
El Extraño Mundo de Dul
Chúpate Ésta
El Diablo es mi Copiloto
¿Qué Onda?

Archivos

04.06
05.06
06.06
07.06
08.06
09.06
10.06
11.06
12.06
01.07
03.07
04.07
05.07
06.07

Estamos en el lugar...b>

BloGalaxia
La Gran Familia Wákatela!

www.flickr.com
This is a Flickr badge showing public photos from Hanséntrico. Make your own badge here.

6 de mayo de 2006

¿Para Quien Escribo yo Entonces?

Soy Cobarde
por: Romina

Si alguien intenta decir que jamás ha sentido rechazado ¡Por favor! deje de visitar nuestro BLOG porque, en este sitio, todos los columnistas nos hemos sentido despechados, abandonados, traicionados y, como es la moda, depresivos. Me atrevería a decir que incluso formamos parte del silente grupo que hombres y mujeres que, alguna vez, han sido catalogados como desadaptados o resentidos sociales.

Pero de nuestros conflictos como ciudadanos no hablaré porque eso le corresponde a HL, yo sólo me remitiré a describir y reírme de nuestras incómodas situaciones en el mundo de las relaciones amorosas.

Es natural que en la vida las cosas no resulten como se esperaba, que las culpas tomen formas impensadas y que, cada cierto tiempo, tengamos que bajar la mirada, sentarnos y pensar en qué es lo que hemos hecho mal. Quiero volver a ocupar la idea del párrafo anterior y hablar sobre el RECHAZO. No sólo en un sentido literal y gráfico de una negativa y, por ende, una vergüenza pública, sino que también en la sensación inconciente y constante de sentirse rechazado ante todos y todo.

Puede esto convertirse en las crónicas de una depresiva, pero-honestamente- creo que más de alguien comprenderá la situación. Es algo que vas más allá de tu personalidad o tu disposición para con el mundo, es el cuestionamiento eterno de si eres lo suficientemente buena para el resto.

De todas recuerdos posibles que existen en lo archivos de cada uno, siempre hay uno que se ha vuelto patente en la vida y que, de alguna u otra forma, nos estanca y trauma. Yo tengo el mío.

Lo peor no es recordar exactamente lo sucedido, lo realmente malo es tener la necesidad de huir de esa sensación de acorralamiento, desdicha, miseria y desprecio a la que tanto temes. No quieres que jamás vuelva a pasar y por lo tanto evitas y te alejas de todo pequeño movimiento que pueda enfrentarte a una situación como esa.

Te preparaste meses para poder decir lo que siempre quisiste decir, pero a cambio recibiste un “amigo” que prefirió nunca haber escuchado tu preparado discurso: no vuelves a ser honesta con nadie. Inocentemente pones tus esperanzas en “ese beso” que tanto añorabas, pero que al final nunca llegó, por lo tanto, nunca tendrás otro beso con el que soñar: ya no te permitirás hacer eso. No lograste mantener a tu lado a la única persona con la que realmente querías caminar, por ende, no querrás caminar con nadie más. Señores, esto es el rechazo manifestado en distintas etapas de nuestras vidas pero perdurable, recurrente y repetitivo en nuestra imaginación.

No quiero decir que es un temor infundado, sólo que en personas casi adultas, casi profesionales, casi inteligentes…la situación es estúpida. Ya no deberíamos sentirnos menospreciados por rechazos pasajeros porque deberíamos entender que es el sentido natural de nuestra vida en el camino hacia la felicidad, pero sin embargo aún cuestionamos y pensamos más de la cuenta en todos nuestros actos. ¿Y si lo llamo yo? ¿Y si lo invito yo a salir? ¿Le gustaré? ¿Habrá sido ganso mi comentario?

Cuando estas preguntas aparecen, también se asoman los recuerdos de situaciones similares y los resultados tras concretar o formular estas preguntas. Quizás en algunos caso las respuestas son nefastas y terminamos llorando en un rincón (en el caso de los más sensibles), muy deprimidos y bloqueados (para los que más valientes) o de plano nos hacemos los duros e impenetrables (porque nuestro orgullo tiene vida propia).

Ufff…lo confieso. Aún muero por ese beso que jamás llegó, todavía quiero retractarme por lo dicho, aún me arrepiento de haber fingido ser valiente al terminar con algo que creía perfecto. Más aún, todavía me da miedo llamar, preguntar o invitar.

Hoy extraño más que nunca lo que tuve, lo que nunca tuve y lo que no quise tener.

P.D.: Dedicados a los cobardes que, al igual que yo, dicen ser valientes.

---------------------------------------------

3 Vómitos:

Anonymous Anónimo vomitó...

Me pongo de pie y te doy un gran aplauso!
Romi, pudiste ejemplificar cada uno de mis sentimientos mediante esta columna!
y te tengo un mensaje: No eres cobarde, cobardes son los que se esconden y no sienten. Tú sientes, y yo también. Eso es bueno
(creo que todos los columnistas de wákatela sentimos...o no?)

Con respecto al rechazo... está todo dicho

gran columna!
besos

sábado, mayo 06, 2006 6:18:00 p. m.  
Anonymous Anónimo vomitó...

En base a lo dicho y descrito por mi colega y compañera Romina, quiero describir una situación de un amigo (risas)
Pongamos un caso hipotético: “Él” era de esos que no se enamoraban, o mejor dicho, no se daba nunca la oportunidad de hacerlo. Tenía miedo de salir mal parado de la relación, se limitaba a sólo querer mucho a las mujeres que estuvieron a su lado, si desmerecer en ningún caso ni aspecto a ninguna de ellas, ya que esto es un tema personal y muy de “Él”
De poder pasarlo siempre bien y disfrutar un 100%, diríamos que sólo llegó a un 80%, debido que no se sintió nunca cómodo para poder sentir. Era de esos que pensaba y sólo pensaba, y que no se permitía sentir. Sí, mal, muy mal. Era como el chico que no lo pasaba mal por esos temas, que era difícil creer que podría sufrir por esos temas; pero en el fondo sí sufría y lo pasaba mal. Hasta que la vida le enseñó que estaba equivocado y aprendió sin pensarlo ni planearlo, de la peor manera que pudo pensar.
Pero como nada de lo que ocurre es en vano, aprendió y comenzó a sentir, y hoy sí está enamorado, por primera vez en su vida, se conoce más, sabe lo que quiere de corazón y no está dispuesto a dejar de sentir.
Con este hipotético caso, medio utópico, te aseguro que deben quedar muchos hombres que dicen ser valientes, mientras por dentro están cagados.!
Y si yo fuera "Él", le diría a esa niña, que la amo, soy muy feliz y que no me va a perder nunca!
Gracias!

domingo, mayo 07, 2006 5:35:00 p. m.  
Anonymous Anónimo vomitó...

"Y si yo fuera "Él", le diría a esa niña, que la amo, soy muy feliz y que no me va a perder nunca!"
puedo llorar de emoción?

Compañero Wákatela, te apoyo.

les juro que me emocioné
galla, o sea, todo el rato toi llorando! demasiado demasiada pena me dio, heavy metal tu historia!

soy doña jugo, creo que tengo fiebre, voy a morir...mmmm, pero no moriré sin antes terminar...EL TRABAJO DE TEORÍA!
super Dul al ataque! :)

les dije que toi dando jugo cierto?
cambio y fuera.

domingo, mayo 07, 2006 11:59:00 p. m.  

Publicar un comentario

<< Inicio