El Extraño Mundo de Dul

Siempre serás mi amigo, no importa nada más

por: Dalal (Alias Perrul o Super Dul)

Y nos fuimos de viaje. Y regresamos. Con unos kilos de más, lumbago, cansancio y esas tallas inolvidables de los viajes con compañeros. HL no pudo asistir al canelillo VIP, quedó eliminado en el casting, pero para la segunda edición estará.
El punto es que: un amigo es una luz, brillando en la oscuridad, siempre serás mi amigo, no importa nada más. Ok. Jugo de los Enanitos Verdes, mucho por un año.
Recuerdo esos días en que tenía que hacer lobby con mis padres para poder salir de vacaciones con la familia de algún amigo. Esos días en que pedía permiso para aventurarme por el mundo (chile) y esos días en que no gastábamos plata ni en cigarros, ni en alcohol. Bellos días. Ahora digo: Mamá, me voy a Algarrobo con los chicos de la U. Papá necesito 30 lukas, equivalentes a 6 días de trabajo. Pesco mi mochila y me despido.
Y llegamos a una pequeña casa, que al final se convierte en el lugar más hermoso. Creemos que pertenecemos a un reality, me amenazaron por convivencia en el minuto que pise la cabaña número 2, pero eso sólo porque soy una maniática horrible. Yo también me hubiese amenazado.
Nunca nos habíamos aventurado en grupo. Nunca habíamos pasado más de 24 horas juntos, este fin de semana fue la forma más precisa de conocernos: nuestras mañas, nuestras locuras, la forma en que dormimos, la designación de tareas en el hogar e incluso, descubrieron mi más guardado secreto: Yo ronco. Lo acepto avergonzada.
Partimos de santiago en un bus con olor a ajo a las 10:30 de la mañana. En el camino empezó a llover. Y no paraba. Y no paró. Atinadamente nos bajamos en plena carretera para luego caminar unos 40 minutos en busca de nuestro nicho (QEPD), no sin antes abastecernos de sustancias psicotrópicas en el pequeño supermercado.
Casi como competidores de Expedición Robinson, caminábamos mochila al hombro bajo la lluvia. Tengo que aceptar que no sirvo para boy scout. Me ahogo al segundo de caminar con peso en mi espalda.
Pero lo logramos. Entre risas, tallas, karaoke, opíparos almuerzos y onces y una que otra tapita de ron, los días volaron y tuvimos que volver a nuestras responsabilidades de estudiantes universitarios a punto de sacar una carrera (que pena). Entre historias y fantasías, como superhéroes inventados, decimos ahora bienvenida realidad.
Lo más probable es que se repita. Ojalá sea así, pero si esto no sucede, les quiero decir que lo pase demasiado bien.
El recuerdo está en mi mente y en la de ustedes, para los que quedaron con alzehimer, también hay registro fotográfico.
Un saludo para todos.
Pd: Recuerden que siempre estoy dispuesta para cantar Bohemian Rapsody en Karaoke.