Mamá quiero ser de la mafia

Por: Fer

Sí, soy una más de los millones de fanáticos del Padrino, no porque todos hayan hablado de ella o por que sea un clásico del cine, es simplemente porque me dieron ganas de pertenecer a la mafia.
Es freak y un poco psycho, pero el Padrino muestra una mafia distinta, la mafia que no se involucra en drogas (como en Buenos Muchachos) , una mafia que detrás de todo es correcta, paga los favores y asesina los errores.
Quiero planear un asesinato comiendo pastas y tomando vino, quiero ser intocable y quiero que la familia me proteja.
Me imagino en un auto negro, comiendo naranjas y esperando al delator, espero que salga de su departamento y lo veo entrar al Bar, lo saludo como si nada hubiese pasado, nos tomamos un gin con gin, de pronto lo miro y bum!. Ese es mi inocente sueño de la mafia.
Cada vez que veía alguna película con mafia odiaba a los malditos asesinos de gente inocente y esperaba que llegara un maldito superhéroe a acribillar a todos eso hijos de perra, pero ahora todo es distinto...
En El Padrino no asesinan a gente inocente, asesinan porque invadiste mi territorio, te metiste con mi familia, así que ahora me las vas a pagar pequeño insecto!.
Pero finalmente es muy poco probable que asesine a alguien o que me involucre en la mafia solo puedo decir que el ambiente que crea el Padrino de la mafia es demasiado atractivo, incluso para mí, la mujer más miedosa del mundo, que tiene susto de andar en bicicleta o de romperse algún minúsculo hueso.
Vito Corleone me cae bien, es un viejo buena onda, debo admitir que no lo tendría ni de suegro ni de abuelito, pero algo tiene que no puedo molestarme con el.
Yo, la que siempre defiende a los buenos de las películas y espera que Superman salve a la mujer desvalida o que Drew Barrimore finalmente sea besada en Jamás Besada.
¿Qué pasa con este tipo de malos? Vito Corleone me causa cariño y repasando películas con malos, recordé a Hannibal Lecter, un hombre come hombres, pero que al final de todo me parecía atractivo. Su inteligencia e ironía lograba que no me compadeciera de su pobres víctimas.
En el Club de la Pelea, nuevamente los mismo, un amante de los golpes y un casi anti social me revolucionaban mis jóvenes hormonas, aparte del factor que el perfecto Edward Norton realizara este papel, pero en ese momento eran detalles...
Un fanático de los golpes, un jefe de la mafia y un come hombres...perfecta combinación para mi mente retorcida, sólo espero que estos gustos cinematográficos no se refleje en mi vida, no quiero un pololo que quiera comerse mi mano antes de comerme a besos.