Esos Padres

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Cuando has chocado el auto de tus viejos, ¿cómo te has sentido? Creo que mal. Te debe embargar la sensación de culpabilidad, por mucho que el error lo haya cometido un tercero, la mina que se iba pintando en el auto, el que iba prendiendo un pucho, el que tenía un estado etílico sobre los 5 puntos o simplemente el pajarón que canjeó su licencia de conducir por un Super 8.
Se siente horrible dañar algo prestado, ya que en mi caso, pienso que lo que dañé le costó esfuerzo o sacrificio al que me lo prestó. Ha sido una de las peores sensaciones que he sentido.

Algo también horrible es ver como los padres, y en especial algunas madres, les pegan a los pequeños por que se cayeron. Chuta, no creo que el niño diga: "me quiero caer, cosa que me duela, para que luego mi madre me pegue y el dolor del porrazo se sume al del coscorrón". A esas personas que le pegan a estos chicos les pregunto, ¿están seguros que sus hijos en un futuro se olvidarán de esos golpes y los querrán igual que si no les hubieran pegado?
No se quejen si con el tiempo los hijos no los pescan tanto y más si se van de la casa, no esperen mucha atención de su parte. Claro está que esto no siempre ocurre y que sólo sea una percepción errada de lo que veo en supermercados, plazas, etcétera.

¿Por qué escribo esto?, muy simple, un pequeño de 13 años me dijo lo que sentía de sus padres y de la injusticia generada cuando se le imputaba una acción que él no cometió.

Saludos para el chico de la polera roja

Los Tres - Camino