Un Ene-a-migo en tu camino
Por: HL


Si algo no le podemos reclamar a Michelle Bachelet es que de verdad trata de hacerlo todo bien. Desafortunadamente, no logra dar con ese objetivo.

Más allá del dilema y debate público que ha causado el movimiento estudiantil, durante estas dos semanas últimas, hay temas que no se pueden dejar pasar.

Por un lado está ese populismo barato. Decir que el transporte gratuito cuesta lo mismo que construir 33 mil viviendas sociales, que el pase liberado equivale a dos planes AUGE, no es más que poner a la gran masa, en contra de las peticiones estudiantiles. ¿Por qué entonces no se comparan los costos de las demandas escolares con la plata que costará comprar el satélite a Francia?, ¿Acaso hay tanta diferencia entre la contabilización de los "eventos" más la nueva repavimentación de la Alameda, debido a la pública negligencia de las autoridades (nótese la profunda mención a Marcelo Trivelli y Ximena Rincón) con tener la PSU gratis?

Otro punto importante a destacar es la pésima decisión de adoptar para estos cuatro años, esa modalidad denominada "gobierno paritario". Convengamos en varias cosas: no existen tantos nuevos nombres como para hacer un gobierno efectivo. Es decir, poner sólo gente nueva en los ministerios – a excepción de Andrés Zaldívar – parece una locura.

Podemos nombrar a muchos que "no dan con el ancho": Velasco en Hacienda, la amiga Blanlot, en Defensa, Osvaldo Andrade en Trabajo, Paulina "Sor Teresa de Los Andes" Urrutia, en Cultura y las Artes, y bueno… Martín Zilic, en Educación, ¡Pega, Martín, pega! Todos ellos ya han tenido uno que otro problemita y desbando por ahí… y eso que van sólo dos meses.

Pero, lo que más llama la atención es esa enrabiada conferencia de prensa de la Presidenta junto a Alejandro Guiller (golazo para Chilevisión; salió en todos los canales) criticando el accionar de Carabineros. Ése, ése y sólo ése es un gran error.

Es claro que la forma en que la policía disuadió no fue la correcta. Pero no se vio a nadie en el gobierno reparando en que fue el Intendente, Víctor Barrueto, quien pidió expresamente que Carabineros actuara inmediatamente, sin importar si habían o no desórdenes.

Y lo que es aún más erróneo: Bachelet le quitó "el piso" a Carabineros. Asegurando que no aceptará violencia por parte de la policía está dando una clara señal a la opinión pública de que Carabineros no puede reprimir a quienes estén causando daños a la propiedad pública y privada. En otras palabras: "Chipe libre. Dejen la cagá".

Al día siguiente quedó la escoba. Tratando de limpiar su imagen pública, Carabineros fue casi un vil espectador, mientras el lumpen actuaba a diestra y siniestra. Es cierto, hubo excesos de parte de algunos policías. Pero no por eso Bachelet debe criticar a toda la institución. Es decir, si no son los Carabineros ¿Quién podrá defendernos?

El castigo justo debió ser para los responsables; unos cuantos policías. Bachelet equivocó el rumbo otra vez. No puede dejar que la gente, la "barra pop", se ponga en contra de quienes son los únicos capacitados para resguardan el orden.

Un error. Uno de tantos. Por culpa de esto ya no sabemos si hay "un amigo en el camino" o sencillamente esos "pacos cu…".