MARIPOSA TECHNICOLOR

Un Marcapasos ¡Por favor!

por Romi

Existen tormentos inherentes al hombre, existen pecados irreprochablemente necesarios para hacernos sentir vivos e imperfectos, existen deseos incontrolables de pasar al lado oscuro de la fuerza. Sí, ese lado existe.
Es tu lucha interna por no sentirte desamparado, por guardar silencio y no pedir auxilio, por no necesitar atención, ni consuelo.

¿Han soñado descorazonadamente con un abrazo que logre estremecerlos? ¿Han sentido la violenta y aguda necesidad de una mano y una larga caminata en silencio? ¿Han maldecido al cielo el que nadie comprenda su llamado? ¿Han añorado desesperadamente consuelo?

Pero cómo diablos llegamos a ese estado cuando, al parecer, todo funciona a la perfección!!! En qué preciso momento llegas a esta fase de desolación impalpable si estás rodeada de hasta lo inimaginable!!! Cómo es posible que se te comprima el corazón!!!

Lo peor es que tu condición de especie racional provoca en ti un autorechazo categórico por permitir que te sientas así, te odias por creer que eres egoísta al esperar que alguien corra hacia a ti, detestas que nadie logre ponerse en tu lugar, no preguntar nada y sólo cumplir con la pequeña misión de hacerte sentir menos miserable de lo que te sientes.
Es que al fin y al cabo eres la vieja pluma que Forest guarda en su libro, te sientes la insignificante, pero “bella y americana” bolsa de plástico que baila con el viento, deseas ser la piedra guardada en el bolsillo de Amelie, te conviertes en aquel que sólo quiere volver a encontrarse con ese Gran Pez para poder descansar.
No son palabras tristes, sólo tan reales que duelen.

Dedicadas, por supuesto, a quienes tienen un hueco en el corazón y la materia gris en proceso de erupción.