Confesiones de una Mente Dañada

Esperando Nada

por: Fernanda

Eres un imbécil sabías?. Desde antes de estar contigo, lo sabía, me tapé los ojos, me cerré a los comentarios.
Que es lo que aún me gusta de ti?. Después de 5 años te sigo amando y todavía recuerdo el día en que te observé, quedé paralizada, sabía que íbamos a terminar así, o al menos que yo iba a terminar así; enamorada.
Me cansé de tu inmadurez, tenemos un hijo y no te das cuenta de sus cambios, las sonrisas ya no te emocionan como al principio. Es como todo para ti en la vida, al principio es nuevo e interesante, después se vuelve aburrido y desesperante, siempre queriendo arrancar de todo, de mí, de los recuerdos.
Te dije que lo siento, y después de 5 años me lo sacas en cara, cada día me haces sentir como una culpable, tus miradas son distintas, tus besos más secos y tu sonrisa es lejana.
¿Dónde te fuiste?. Que hiciste de tu alma, o que le hice a tu mirada?. Perdón si te herí, ni siquiera se si fue mi intención, lo hice porque quise y no se si me arrepiento de todas las palabras que le dije.

Llevábamos 6 meses y Matías reapareció en mi vida, él siempre se caracterizaba por aparecer en los momentos menos apropiados (o más apropiados según la perspectiva). Ahí estaba él con su sonrisa y creando esa exquisita tensión que existió desde que nos conocimos. Matías siempre movió fibras en mi cuerpo, quizás era por su rechazo constante. La extraña mente femenina siempre busca lo que no puede tener, era inalcanzable, hasta ese día...
Nos escapamos y llegamos a Valparaíso, el día estaba soleado, pero corría una brisa que me inflaba los pulmones al punto que sentía que iban a explotar. El día era perfecto, el universo se encargaba de hacerlo así cuando nos juntábamos.
Pero ni Matías ni el universo me impidieron pensar en ti, tu imagen me congelaba los huesos, te veía sentado y observándome con esa expresión de vació con que a veces me miras.

Nunca te había visto llorar de esa manera, con rabia, con odio e incredulidad.
Cuando me perdonaste fui la mujer más feliz del planeta, nunca más vi a Matías y no me arrepiento de esa decisión.
Todavía me duelen los insultos de ese día, me los merecía, pero después de tanto tiempo sigues insultándome en silencio, tus miradas dicen más de lo que piensas.


Observo a nuestro hijo y en él veo tu inocencia .Quizás la quebré. Perdón de nuevo, pero ya no soporto tu falso perdón.
Caminé hacia la puerta, mire a mi hijo y le hice a la nana un gesto, dándole a entender que volvía en algunos minutos, ¿era una última mirada?.
Al girar la cabeza te encontrabas en la puerta, fue como nuestro primer encuentro, te miré a los ojos y sonreí pensando lo imbécil que podías ser. Te miré nuevamente y no puede salir, me quedé ahí abrazándote, esperando nada...

Dedicado a Hans Lagos! Feliz Cumpleaños!!! se le quiere mucho por acá!

Cancion Inspiradora: The Scientist- Coldplay