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19 de mayo de 2006

¿Para Quien Escribo Yo Entonces?

¡Odio el libre albedrío!
Por: Romina

Hoy en día ¿Quién no es bipolar? Está bien, es una exageración. ¿Quién no tiene dos personalidades? También parece ser demasiado… la verdad es que quiero una descripción general así es que decir que todos los veinteañeros sufrimos de trastornos de personalidad me parece un barbarismo. Sin embargo, hay que reconocer esta maldita anomalía de parecer dual durante este inocuo camino a la adultez y, pero aún, durante la incesante búsqueda del equilibrio emocional.

Siempre sueno complicada, pero al fin y al cabo sólo estoy hablando de cosas comunes que quizás poco tiempo les damos a la reflexión, pero que viven en nuestro inconsciente. La verdad es que parecen fantasmas, pero no hay que temerles. Confiemos.

Esta duplicidad en nuestra personalidad aparece cada vez que intentamos tomar una decisión. Oh!!!: es que siempre hay que elegir. Y ahí es cuando nos traicionamos, nos aprovechamos, nos mentimos, nos herimos. Porque si algo es absolutamente innegable es el hecho de que siempre esta acción es negativa. Perdemos, nos arrepentimos, sufrimos, dejamos, extrañamos y nos volvemos locos de angustia en el momento decisivo.

Reúnan todos los epítetos que acabo de enumerar y encontraran un corazón roto. Es más, pataletas, reproches y llantos al por mayor, pero que, a pesar de todo, al final del viaje, les traerá felicidad en un extraño recipiente.

Las endemoniadas “Opciones” se jactan de correr libres por la vida refregándote en la cara de que sólo tú eres el responsable de tomarlas o dejarlas. Sí, hay que reconocerlo: somos responsables.

¿Saben? Optar por algo en la vida debe ser lo más parecido a vender tu alma al diablo. Con una mano en el corazón pregúntense cuántas veces han tomado una decisión de la que al poco tiempo se arrepienten. Quizás no al poco tiempo, sino que lo haces después de mucho andar y es peor porque volver atrás se hace imposible.

Aquí es cuando la bipolaridad se hace presente. Para el resto eres valeroso, objetivo, seguro, pero la verdad es que por dentro estás deseando tener las agallas, las fuerzas, el descaro de elegir la otra opción.

Esta es la lucha de los extremos. Segundos antes de señalar cuál es la decisión final, que de alguna manera modificará tu futuro, cambias de parecer casi inconcientemente y tomas la otra opción, esa que siempre desechaste porque iba en contra de tu integridad.

Sufres con este show porque eres cobarde o porque eres muy valiente: la verdad es que aún no puedo decidir si merecemos un premio por afrontar intensas decisiones o de plano un par de bofetadas que dicen “Tu sabias que esto iba a doler”. Y todo por un resultado que ni siquiera te alivia momentáneamente. A lo mejor es ese íntimo sentimiento de creernos mártires el que nos alienta. En fin.

La única verdad, amigos, es que siempre habrá un sacrificio que nos hará llorar, odiar al mundo y a nuestra concepción de vida. Siempre habrá una decisión que nos dolerá porque, de corazón, la tomamos no sólo por nuestro propio bien sino que por el bien de quien amas. Pero lo ingrato de este sufrimiento es que sólo tú sabes que el sacrificio significó amor. ¡Cómo odio el libre albedrío!

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3 Vómitos:

Anonymous Anónimo vomitó...

amiga Romi, si sólo tuviera las fuerzas necesarias para...
usted me entiende, alguna vez pensé que me gustaría que alguien manejara mi vida, para así evitar la toma de desiciones! Quería ser una marioneta! (horrible, lo sé)
pero ahora, no siento lo mismo, aunque sufro cada vez que tengo dos opciones en frente mio!
soy de las que se demora en pedir en los restorant! al final salgo pidiendo lo mismo que comía desde los 10 años! y pido el mismo sabor de helado, antes era mora crema y ahora es pistacho (a quien le gusta el sabor Mora-crema?????)

Bueno Romi, te dejo ( o no?) mejor si! estoy contra el tiempooooo!

jueves, mayo 18, 2006 11:55:00 p. m.  
Anonymous Anónimo vomitó...

Romi....ufff
nada más que decir...
buen texto

viernes, mayo 19, 2006 9:28:00 a. m.  
Anonymous Anónimo vomitó...

El sólo hecho de escribir ahora me puso ante la incrucijada...

Las ideas rondan de manera extraña, que bueno que escribiste eso, quizá pueda darte las respuestas que haz buscado... respuestas que ya haz oído...
¿Porqué tanto miedo a no ser correcta?
No tiene nada de malo que le grites a alguien que es una basura, que dejes en evidencia sus acciones... no tiene nada de malo que te equivoques, que aveces se te olvide de la "dignidad"... que te atrevas a dar un paso que antes salió errado...
Se hace todo más divertido cuantdo te equivocas, cuando te la juegas por ese grito que se oye despacito... que ahogas con las normas, con lo aceptable...
¿De eso se trata verdad?
Finalmente cuando renuncias a lo que amas... renuncias a lo que eres...

Para variar, creo que las ideas se mezclan...
Pero cumplí...
Me haré socia honoraria...

Werek!

lunes, mayo 22, 2006 8:44:00 p. m.  

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