Fomerciales

por: Romi

Puedo aceptar que le enfríen un café a alguien famoso o a un pobre mortal como nosotros, pero ¿Calentar un helado? Por favor!!!! Sólo Claudia Conserva puede pedir semejante rareza con la sola y barata excusa de que su casi perfecta dentadura ha sufrido siempre de extrañas sensaciones: Sensodyne, eres una basura. Prefiero mil veces escuchar comerciales argentinos nombrando “Colgate” de esa irritante manera, que escuchar a la ex Mis 17 decir que su vida es distinta porque ya no calienta su helado.
El cabello de una mujer es elemento importantísimo en cualquier circunstancia, por lo tanto no se le fía a cualquiera. Lorena Capetillo se ha ganado mi simpatía, pero ¿Modelo de una agraciada cabellera? Me disculparán sus fanáticos, pero es uno de los cabellos más horribles de la pantalla chica: Ballerina, tu credibilidad ha muerto junto con las galletas “Competa”. Sí, confieso que amaba esa marca de Shampoo porque era barata, y porque a mi pelo le agradaba, pero desde que Lorenita es media rubia y media morena no puedo seguir confiando en semejante respaldo. (Las galletas Competa, por si alguien ha olvidado el dato, eran unas tóxicas pero populares galletas de los 90’)
¿Alguien cree que Rafael Araneda termine de grabar “Rojo” y corra a Hites a comprarle algún engañito a la ahora recauchada Vacarezza? Seguramente, de pasadita, lleva a Paz Bascuñan a Tricot para que pueda comprarle algún regalito a su madre, la ex Ministra. Creo, honestamente, que esta deliberación da para un análisis exhaustivo sobre la crisis de estupidez que aqueja a nuestro chilito.
Noe vendiendo chanchitos que Dios le ordenó salvar. Miren el numerito que se mandó al convertirse en mercader y torturador de inocentes animalitos. ¡Peor aún! Hablando en Off, en programas como Morandé con Compañía, de lo bueno que le ha salido el negocio. El Vaticano, en su afán de censura explícita, debería vetar un comercial como este: sólo ayuda a incrementar la ignorancia de la doctrina entre sus condicionales fieles. Más de alguno debe creer que Noe fue algo así como Piñera en el rubro de las carnes gracias a su autodidacta hijo.
Puedo apostar que, por más resfriados que estemos, jamás saldría Pancho Reyes de algún closet para darnos ese vital Cotibin que de manera tan poco elegante promociona. Ni mi abuela le creyó su preocupación por nuestros agripados días. No sé qué tiene que ver un clóset y Harvey Slater saliendo de él con que nos resfriemos, pero en fin… cuestionable publicidad chilena, no?
Y la última y más detestable promoción criolla: Crema Lechuga. Lo siento, pero como orgullosa representante del género debo manifestar la rareza de poder usar en mi escuálida rutina diaria de belleza algo que lleve el nombre de un vegetal verde y arrugado. Además Liliana, su hija y su nieta son exóticas bellezas nacionales, por lo tanto, jamás aceptaría algún dato de belleza de su parte. Además, aquí entre nos, me las topé un día y no tuve ganas de parecerme a ellas. Es más, estoy casi segura de que usan Ballerina, comen carnes Súper Cerdo y calientan sus helados.
A pesar de todos estos engorrosos casos, los comerciales siguen siendo el plato fuerte de la televisión abierta.