PINOCHET EN LA CUERDA FLOJA

Por: HL

Imagino que durante muchos años, los integrantes de la agrupación de Detenidos Desaparecidos quisieron leer un titular así.

Y no es precisamente porque esperan que el General (r) se muera. Sino que siempre tuvieron la vaga esperanza de que les hicieran justicia.

Pues bien. Es Chile, en un gobierno concertacionista con las manos atadas y que, para peor, no tiene el manejo mediático que tuvo el gobierno de Lagos. Fin: jamás pasaría nada.

No obstante, lo que nos convoca hoy es el delicado estado de salud del "Tata". Hombre de mil batallas, literalmente hablando.

Si bien muchos en Chile y el mundo lo consideran un asesino sanguinario, terrible dictador y encarnación criolla y postmoderna de Napoleón, también debemos tomarlo en cuenta como uno de los referentes políticos más importantes de la historia de Chile.

Así también, muchas veces he escuchado decir que Pinochet es el segundo libertador de la Patria, el cual soltó a Chile de los lazos marxistas que lo acechaban en los '70.

Hoy no sólo es un anciano postrado. Es más que eso. Es odio y amor. Sin términos medios. Diablo o dios.

Y es por eso que toda la cobertura mediática de estos dos últimos días se ha concentrado en su condición médica, la cual parece no tener muy buenos pronósticos. Mal que mal, son 91 años (y es que hierba mala nunca muere, dicen).

Quizás ahora sí pueda empezar a escribirse la historia del régimen militar con mayor objetividad. Tal vez éste puede ser el comienzo del fin de las profundas divisiones entre los chilenos todos. Y es que se está apagando una historia vital de nuestra república; una historia que al fin tomará color en los libros.

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