
Cuéntate una de vaqueros
F
¿Cuántas veces no tuviste que saludar por compromiso? Una lata en el momento. Te preguntas si es mejor hacerlo y quedar por el tipo que dice: "Filo, la saludo mejor y así no hago problemas" o no hacerlo, ser honesto, ir de frente y quizás quedar por pesado pero sincero (la mina o el loco te caen mal o simplemente no te caen)
Ejemplo de ello en mi vida hay, no los he contado, pero sí tengo uno en la memoria que terminó con "final feliz"
Oscar, el amigo de la Romi y que hablaba con algunos de mis amigos de la U, pero que conmigo, ninguna palabra.
No me caía mal y ni bien, si se ganaba el Kino no me alegraba ni me molestaba, ni fu ni fa.
Pero supe que yo le caía mal, porque él sabía que a mí, él ni negro ni blanco. Bien de cabros chicos la relación. La cosa es que un día, ni recuerdo por qué, me puse a hablar con Oscar y hoy me cae muy bien y lo considero una gran persona. Hoy ya llevamos casi dos años de amigos, de hablar y compartir historias y momentos.
Otra historia que aún no entiendo, es con una amiga y compañera del colegio. Todo bien hasta que salimos de cuarto medio. La vida nos llevó a estar juntos en la misma carrera, en la misma universidad y por si fuera poco, en el mismo año. Es como si prolongáramos un quinto, sexto, séptimo y octavo medio. La cosa es que desde el primer año como "chicos U", dejamos paulatinamente de hablarnos. Ahora ni siquiera nos saludamos cuando nos vemos. Bueno, eso de lo "caballero/señorita no quita lo valiente"; nosotros a estas alturas somos unos licenciados en miedo, con magister en cagones.
Que yo recuerde, no la he atacado, no he hablado mal de ella ni nada por el estilo, menos que ella haya hecho algo similar por su lado hacia mí. Sólo sé que ya no hablamos y que no hay química. Si es bueno o malo, no sé, sólo la vida dirá si es bueno o malo.
Otro caso es el de un amigo que no recuerdo mucho, ni su nombre. En primero medio, acá donde vivo había un equipo de baby fútbol que jugaba contra otras comunidades de Providencia, como otros sectores de la comuna. Había un chico con el cual nunca hablé. Sabía que vivía en la torre del lado, pero que nunca supe qué hacía, si tenía hermanos o algo. No hablamos nunca fuera de la cancha, pero cuando entrenábamos o jugábamos, era como si fuera mi hermano. Siempre sabíamos qué haría el otro y ahí poníamos la pelota. Celebramos, nos reímos y gritamos muchos goles, pero sonaba el silbato o terminaba la hora de entrenar, cada uno para su lado en el camarín y de ahí cada uno con su grupo de amigos a hacer otra cosa.
Como ven, una buena, una ni buena ni mala y la última pésima. Me gustaría mantener por años la relación que llevo con Oscar; con esta chica, saber qué pasó con nosotros para así tener algo claro, y quizás volver a ser tan buena onda como fuimos en muchos momentos el uno con el otro; y encontrarme en algún momento con este chico y preguntarle qué es de él, saber de su vida, ojalé en una cancha.
Moloko - The Time Is Now
---------------------------------------------